El Grupo de Investigación en Neurociencias del Parque Científico de la Universidad de Barcelona realizó hace unos años un estudio sobre cómo incide el bilingüísmo en la capacidad de atención.
Parece ser que las personas bilingües para evitar interferencias de un idioma sobre otro y no mezclarlos utilizan, además de las áreas del cerebro dedicadas al lenguaje, los circuitos cerebrales relacionados con la capacidad de atención. Con lo cual centran más su atención en aquello que consideran importante y se distraen menos. Los científicos implicados en este proyecto señalan que este sobreesfuerzo mental haría que "los individuos bilingües tarden más en desarrollar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer". No obstante, y según el equipo que ha llevado a cabo el estudio, los bilingües son unos milisegundos más lentos al hablar porque deben usar dos bases de datos de su cerebro. Además manifiestan en ocasiones lo que se llama " puntas de lengua" cuando se quedan atascados en alguna palabra que no utilizan con frecuencia y que es diferente en ambos idiomas.