A estas alturas del curso es buen momento para que los estudiantes que llenan las aulas comprueben si su perfil se aproxima al que aquí describe, el profesor Bernabé Tierno, como posible estudiante ideal.
¿Cómo es y cómo se comporta un buen estudiante?
- Sabe estudiar, lo que equivale a conocer bien las técnicas del trabajo intelectual: lee con lectura comprensiva y atenta, comprende lo que lee, lo asimila, lo retiene en su memoria y sabe utilizarlo convenientemente.
- Quiere estudiar, tiene voluntad decidida de hacerlo y pone todo su entusiasmo, tiempo y esfuerzo en aprender bien cada tema. Cumple fielmente el plan de estudio que se ha trazado y no descansa hasta aprenderlo todo.
- Estudia con todo el cerebro: Con el hemisferio derecho, que es intuitivo, creativo y globalizador, logra una síntesis, una visión panorámica que facilita el trabajo del hemisferio izquierdo, que es analítico, lógico y verbal.
- Conoce bien su ritmo de trabajo, sus posibilidades y limitaciones y no se compara con nadie, sólo consigo mismo, tratando de ser mañana mejor estudiante que hoy.
- Siente curiosidad e ilusión por aprender más y mejor cada día y hasta disfruta estudiando ya que, para él, estudiar no es una carga, ni siquiera un deber, sino un placer.
- Tiene muy claro para qué estudia y los beneficios incontables que le reportará una buena capacitación y formación. Por eso se fija unas metas que siempre cumple.
- Se valora y felicita a si mismo por sus logros y esfuerzo y no se desmoraliza por los fallos y fracasos. Además, intercambia dudas, opiniones, problemas y estrategias con sus compañeros y ayuda a estos, si se lo piden, esforzándose por hacerles comprender sus explicaciones.
- Visualiza en su mente los pasos que ha de dar, los medios que debe poner y se ve a sí mismo de antemano, siendo el estudiante responsable y eficaz que desea ser.
Todo buen estudiante lleva a la práctica lo aprendido, le da utilidad y lo aplica en la vida diaria. Sabe que sólo se aprende bien lo que se hace bien.
